sábado, 1 de julio de 2017

John Fowles
EL COLECCIONISTA
Barcelona, 2012, Sexto Piso.



“Cuando uno no tiene dinero suele pensar que las cosas serían muy distintas si lo tuviera. Yo nunca he querido más que lo justo, nada excesivo, pero me parecía que estaba clarísimo que en aquel hotel, a pesar de que nos trataban con respeto, en realidad nos despreciaban por tener todo aquel dinero y no saber ni cómo gastarlo. Entre bastidores seguían tratándome como lo que soy: un simple oficinista. No estaba bien eso de ir tirando el dinero por ahí. En cuanto decíamos o hacíamos algo nos delatábamos de inmediato. Casi podías escucharles diciendo: no nos engañáis, sabemos quienes sois, ¿por qué no volvéis al lugar de donde habéis venido?
   Recuerdo una noche en la que salimos a cenar a un restaurante de lujo. Estaba en una de las listas que nos habían dado los de las quinielas. La comida estaba buena y nosotros nos la comimos, pero apenas pudimos disfrutarla por la forma en la que nos miraba la gente y en la que nos hablaban esos relamidos camareros extranjeros y en la que todos los que pertenecían a aquel lugar parecían despreciarnos por no haber tenido la misma educación que ellos. Hace poco leí un artículo sobre el comportamiento de ciertas clases sociales… yo podría decir muchas cosas sobre ese asunto. En mi opinión Londres está organizado para la gente que sale de los colegios de ricos y no es posible llegar a ninguna parte si no te han educado con los modales apropiados o no tienes su acento –es decir, el acento de la gente rica, la de West End, obviamente–.” (p. 15)

"Los pobres honrados no son más que ricos vulgares sin dinero. La pobreza hace que la gente desarrolle virtudes y sienta orgullo por otro tipo de cosas que nada tienen que ver con el dinero. Luego cuando tienen dinero no saben qué hacer con él. Olvidan todas sus viejas virtudes porque no eran virtudes reales. De pronto piensan que la única virtud y el único talento es hacer dinero y gastarlo. No son capaces de pensar que son gente a la que no le importa el dinero y que las cosas más hermosas de la vida no tienen nada que ver con el dinero." (p. 224)