domingo, 2 de julio de 2017

José Luis Sampedro
EL MERCADO Y LA GLOBALIZACIÓN
Barcelona, 2010, Destino.

 
“La economía del sistema internacional moderno se mueve hoy, por tanto, en un clima dado por esos dos condicionantes: posibilidad prácticamente instantánea de comunicaciones y transferencias económicas, por una parte y, por otra, amplia liberalización de las operaciones privadas y ausencia de control sobre ellas, lo que transfiere un gran conjunto de decisiones económicas importantes desde el ámbito gubernamental con control democrático hacia el campo del poder privado liberado del control ciudadano. Ésa es, en síntesis, la estructura a la que ha llegado el mercado en su evolución reciente, a la que se ha dado el nombre de GLOBALIZACIÓN.” (pp. 61-62)

“Esa reclamación vital de otro mundo posible desenmascara la perversión radical de la ideología globalizadora, empeñada en hacernos creer que para llevarnos a todos a la prosperidad bastará con manipular los mercados y las finanzas mundiales mediante operaciones económicas y especulativas, como si todo lo demás de la vida viniese dado por añadidura. Es una creencia auténticamente fundamentalista, como la religiosa que pone todo lo de este mundo al servicio de la predicada vida eterna o como la fe nazi en la superioridad de una raza salvadora del mundo. Y, como toda fe, esa creencia cegadora impide a sus fieles ver lo que tienen ante sus ojos. Por ejemplo, al mendigo que pide limosna a la puerta de un mercado en el que ni se molesta en entrar porque carece de dinero y no obtendrá nada. Una persona, prueba viviente de que el mercado no es la libertad.” (pp. 91-92)