domingo, 23 de julio de 2017

Paul Feyerabend
ADIÓS A LA RAZÓN (II)
Madrid, 1992, Tecnos. 
 

“Un llamamiento a una cosa llamada «lógica» parece impresionar a un gran número de personas, pero sólo porque no saben mucho de ella. Para empezar, hay que recordar que no existe «una lógica», sino muchos sistemas diferentes lógicos, unos más familiares, otros casi desconocidos.” (p. 115)

"...la elección de un programa de investigación es una apuesta. Pero es una apuesta cuyo resultado no puede ser comprobado. La apuesta es pagada por los ciudadanos: puede afectar a sus vidas y a las de generaciones futuras (basta considerar cómo la relación de los hombres con Dios quedó afectada al surgir la ciencia moderna). Ahora bien, si tenemos cierta seguridad de que existe un grupo de personas que por su entrenamiento son capaces de elegir alternativas que implicarían grandes beneficios para todos, entonces nos inclinaríamos a pagarles y a dejarles actuar sin más control durante largos períodos de tiempo. No existe tal seguridad ni por motivos teóricos ni por otros personales. Hemos de concluir que, en una democracia, la elección de programas de investigación en todas las ciencias es una tarea en la que deben poder participar todos los ciudadanos.  
   ...si debe existir una elección pero no hay garantía de éxito, entonces la elección deberá dejarse a aquellos que paguen la política elegida y que sufran sus consecuencias. En tales circunstancias, dejar la ciencia a los científicos significaría abandonar nuestra responsabilidad ante una de las instituciones más poderosas y, si no se toman grandes precauciones, también mortales de nuestro medio, mortal para las mentes tanto como para los cuerpos.” (pp. 118-119)
[Las cursivas pertenecen a los textos.]