sábado, 1 de julio de 2017

John Searle
LA MENTE: UNA BREVE INTRODUCCIÓN
Bogotá, 2006, Norma.
www.lecturasinegoismo.com



“Una de las curiosidades de la experiencia del libre albedrío es que no podemos deshacernos de la convicción de que somos libres, aun cuando estemos filosóficamente persuadidos de que esa convicción es errónea. Cada vez que decidimos o actuamos de manera voluntaria, cosa que hacemos a lo largo del día, debemos decidir o actuar sobre la base del supuesto previo de nuestra libertad. De los contrario nuestras decisiones y acciones nos resultan ininteligibles. No podemos apartar nuestro libre albedrío del pensamiento.
   Al parecer, entonces, debemos tener, por una parte, la profunda convicción de que todo hecho que ocurre debe explicarse a través de condiciones causalmente suficientes, y por otra, las experiencias que nos dan la convicción de la libertad humana, una convicción que en la práctica no podemos abandonar, por mucho que reneguemos de ella en la teoría.” (p. 275)

“En realidad no sabemos cómo existe el libre albedrío en el cerebro, si es que existe. No sabemos por qué o cómo la evolución nos ha dado la inconmovible convicción del libre albedrío. Y no sabemos, en síntesis, cómo puede llegar a funcionar. Pero sí sabemos que la convicción de nuestra libertad es inexorable. Si no la supusiéramos seríamos incapaces de actuar.” (p. 291)