domingo, 31 de diciembre de 2023

José Ramón Alonso
EL ESCRITOR QUE NO SABÍA LEER Y
OTRAS HISTORIAS DE LA NEUROCIENCIA
(III)
Córdoba, 2017, Guadalmazán. 

 

 “(...) la agilidad mental disminuye a partir de los 30, en muchos deportes ya no tenemos la rapidez de reflejos a la que estábamos acostumbrados. Nosotros mismos podemos ver que a los cuarenta ya no bajamos las escaleras con la rapidez de los quince años. A los cincuenta dicen que ya no tienes casi probabilidades de hacer una investigación que merezca el premio Nobel, tu pensamiento no es suficientemente iconoclasta, audaz y creativo, aunque hay afortunadas excepciones. A partir de los sesenta y cinco empezamos a notar que nuestro cerebro no está tan fino como antes; olvidamos con frecuencia nombres o una cita que teníamos y, de repente, podemos descubrir que la libreta que no encontrábamos la metimos, quién sabe cómo, dentro del frigorífico.
   Sin embargo, visto desde otra perspectiva, este cerebro nuestro es una máquina única que sigue funcionando de una manera esplendorosa tras décadas de trabajo intenso e ininterrumpido. Y no hay que olvidar que las personas de más edad tienen aspectos mentales que superan a los de los más jóvenes; el vocabulario, por ejemplo, con los años conocemos más palabras y entendemos mejor sutiles diferencias entre ellas; la visión de conjunto, con unos pocos datos biográficos las personas mayores juzgan mejor que los jóvenes el carácter de una persona, o la sabiduría social que permite, por ejemplo, resolver un conflicto familiar. También se ha demostrado científicamente que, con los años, uno mejora considerablemente su capacidad para controlar las propias emociones y encontrar un significado a la vida.” (p. 217)

Leonardo Padura
LA TRANSPARENCIA DEL TIEMPO
Barcelona, 2018, Tusquets.



“La Habana, tan tórrida, húmeda, tropical y propensa a recibir visitas de vaguadas y similares, había llegado a tener una relación difícil con la lluvia. Ocho o diez horas de ordinarios chubascos veraniegos con aspiraciones otoñales convertían a la ciudad en una deplorable versión de Venecia: un charco con casas. Las calles, con sus alcantarillas cegadas por la tierra y la mierda, devenían lagos y ríos de acuerdo con su inclinación. Las aceras, llenas de furnias, desniveles y grietas acumuladas por años de abandono, se transformaban en trampas capaces de devorar al ser viviente que se arriesgara a transitarlas. Los cables eléctricos y telefónicos ponían a crepitar sus voltios y amperios en las alturas de los postes, hasta que explotaban, caían, oscurecían e incomunicaban por un tiempo inconmensurable a los ciudadanos. Los techos de las casas, quemados por el sol y fatigados por los años, gemían con la llegada de la lluvia y rezumaban el agua celeste, trasladando la precipitación a los interiores. En los asentamientos emergidos en la periferia, el panorama debía de ser tétrico: lodo en movimiento, fosas desbordadas, techos y paredes reventados, vencidos, quebrados por la humedad y el peso del agua. Penumbras y desesperación.” (pp. 389-390)

lunes, 11 de diciembre de 2023

José Ramón Alonso
EL ESCRITOR QUE NO SABÍA LEER Y
OTRAS HISTORIAS DE LA NEUROCIENCIA
(II)
Córdoba, 2017, Guadalmazán.

 


“A pesar del desprestigio de las teorías y las acciones a favor de la Eugenesia siguen apareciendo continuamente artículos en prensa donde se dice que se descubrió el «gen para...». De hecho, si escribimos esas dos palabras en Google nos salen, el día que escribo esto, 258.000 resultados. Entre ellos el «gen para el cambio climático» o el «gen para neutralizar el VIH». Ojalá todos los problemas fueran así de simples. Dentro del ámbito de las Neurociencias esa búsqueda sencilla encuentra referencias como «el gen para la enfermedad de Alzheimer», «el gen para la depresión» o «el gen para aprender a hablar». Es importante que recordemos que los genes tienen un impacto importante pero limitado sobre el desarrollo pleno de una persona, que un gen puede intervenir en cosas muy distintas, que la mayoría de los rasgos observables son el producto de la interacción entre decenas o cientos de genes y muchos otros factores -alimentación, ejercicio, cuidados sanitarios...- y que lo que causa auténticas diferencias en el comportamiento humano es la educación, la crianza responsable y el cariño. Y es que aunque no se haya encontrado el gen para decir y escribir tonterías, haberlas, haylas.” (p. 113)


Pilar Lucía López
LA SILLA VACÍA
Almería, 2023, Círculo Rojo.



“La curiosidad de Ana aumenta con esa breve visita al barrio de sus amigos. Empieza a darse cuenta de que una sola calle puede ser una frontera muy profunda. Se hace preguntas a menudo que nadie puede responder: «¿Por qué yo sí y estos no?», «¿Por qué el mío es seguro y este peligroso?» Y va descubriendo poco a poco que la casa acogedora que habita, los libros que lee, los viajes que hace con sus padres y todo lo demás es algo más que una lotería. Y que esa suerte que tuvo de nacer en el lado luminoso no se la ha ganado ella, sino que le ha llegado como un regalo desplegable que va recorriendo como en una alfombra y le resulta tan natural y tan normal como el hecho de haber nacido y estar viva. Ahora siente dudas de todo lo que creía inalterable y justo. Y presiente que el suelo que pisa ya no es tan firme como antes.” (pp. 145-146)


domingo, 26 de noviembre de 2023

José Ramón Alonso
EL ESCRITOR QUE NO SABÍA LEER Y
OTRAS HISTORIAS DE LA NEUROCIENCIA
(I)
Córdoba, 2017, Guadalmazán.




“Hay una historia de Bohr que me gusta especialmente. Cuando visitó el Instituto de Física de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, los colegas rusos le preguntaron cómo había sido capaz de generar una escuela de físicos de primer nivel en un país pequeño como Dinamarca. Bohr contestó: «Probablemente porque nunca me ha avergonzado confesar a mis estudiantes que no tenía ni idea, que me sentía un idiota». Cuando la charla se publicó en la prensa rusa, la frase de Bohr fue recogida como:  «Probablemente porque nunca me he avergonzado de decir a mis estudiantes que no tienen ni idea, que son unos idiotas». Típico de los lugares con jerarquías inflexibles y un fervoroso culto a la personalidad.” (p. 20)

Jordi Serrallonga
DIOSES CON PIES DE BARRO.
El desafío humano a las leyes de la naturaleza... y sus consecuencias

Barcelona, 2020, Crítica.


 

“Fue fácil acordarse de la ciencia cuando comprobamos que eran los sanitarios, hospitales y medicinas quienes salvaban vidas durante la pandemia de la COVID-19. La gran paradoja es que eran aplaudidos por las mismas autoridades que habían paralizado importantes proyectos de investigación, o permitido que científicas y científicos migrasen en busca de un trabajo remunerado.
   Incluso aplaudieron los negacionistas del cambio climático y escépticos varios. Tras haber maltratado y ninguneado al conocimiento en general, de repente se encomendaron a los epidemiólogos y virólogos que empezaban la carrera por la deseada vacuna. Pero no nos engañemos; fue todo pasajero. A medida que el canto de los pájaros ha desaparecido de la ciudad y que los delfines huyen de las playas, hemos retomado la paralización de la política científica. Y los que una vez fueron héroes y heroínas han regresado al olvido. Volvemos a las andadas.” (p. 227)

 


Stephen King
LA SANGRE MANDA (II)
Barcelona, 2020, Plaza y Janés.



“El tío Henry permanece inmóvil, con los ojos y la boca abiertos; las manos que en otro tiempo arreglaron la bicicleta de Holly cuando chocó contra la cerca de la casa de los Wilson yacen ahora flácidas entre sus piernas separadas. Bajo el pantalón se advierte el bulto del pañal para la incontinencia. Antes era un hombre rubicundo. Ahora está pálido. Antes era un hombre robusto, ahora la ropa le cuelga en torno al cuerpo. Y la carne se le afloja como un viejo calcetín que ha perdido el elástico.
  Holly le coge una mano. Es solo carne con dedos. Entrelaza sus dedos con los de él y le da un apretón, con la esperanza de que se lo devuelva, pero no lo hace. Pronto será hora de marcharse, y ella se alegra de que así sea. Le crea un sentimiento de culpa, pero es lo que hay. Ese no es su tío; lo ha sustituido una enorme marioneta de ventrílocuo sin ventrílocuo que aporte el habla. El ventrílocuo se ha marchado de la ciudad y ya no volverá.” (pp. 361-362)

[La cita pertenece al relato La sangre manda.]

Bill Hansson
CUESTIÓN DE OLFATO.
Historias asombrosas sobre el mundo de los olores
(II)
Barcelona, 2022, Crítica.



“El macho del pez sapo se aferra con sus dientes a la hembra. Poco a poco, la pareja se funde hasta que incluso su piel y su torrente sanguíneo constituyen un solo sistema. Cuanto más tiempo espere el macho al desove, más estrecha será esa unión. Él acabará perdiendo sus ojos y todos sus órganos internos, e incluso sus órganos olfativos se atrofiarán. Lo único que se mantendrá intacto serán sus testículos: estos órganos aún resultan necesarios, dado que el macho solo tiene una función, a saber, producir células espermáticas para su hospedadora. Es como si fuera un banco de semen portátil. Se trata de un parásito sexual tenaz, pero a menudo no está solo: las promiscuas hembras de esta especie pueden llevar consigo hasta seis machos.” (p. 116)

“Imaginemos que tomamos un kilogramo de azúcar, que lo lanzamos al mar Báltico y que lo removemos bien, hasta que se haya distribuido de una manera uniforme por sus aguas. A continuación, probamos un sorbo de esas aguas. ¿Seríamos capaces de percibir un cambio en la concentración tan minúsculo como este? Una polilla podría hacerlo. De hecho, eso es exactamente lo que hace un macho cuando quiere encontrar a una hembra por el rastro de olor que ella emita para atraerlo entre sus alas abiertas.” (p. 151)

Stephen King
LA SANGRE MANDA (I)
Barcelona, 2020, Plaza y Janés.



“Craig, rara vez doy consejos; casi siempre es malgastar saliva. Pero hoy sí voy a darte uno. Henry Thoreau dijo que nosotros no poseemos las cosas; las cosas nos poseen a nosotros. Cada nuevo objeto, ya sea una casa, un coche, un televisor o un teléfono caro como ese, es algo más que debemos llevar a cuestas. Eso me trae a la memoria a Jacob Marley cunado dice a Scrooge: «Arrastro la cadena que me forjé en vida». No tengo televisión porque, si la tuviera, la vería, pese a que no emite más que tonterías. No tengo radio en casa porque la escucharía, y un poco de country para romper la monotonía en un  largo viaje en coche es en realidad lo que necesito. Si tuviera eso... -señaló la caja que contenía el teléfono-, sin duda lo utilizaría.” (pp. 30-31)
[La cita pertenece al relato El teléfono del señor Harrigan.]

“El cerebro humano es finito, una simple esponja de tejido dentro de una caja de hueso, pero la mente que contiene ese cerebro es infinita. Su capacidad de almacenamiento es colosal; su alcance imaginativo es inasequible a nuestra comprensión. No creo que cuando muere un hombre o una mujer, arda solo una biblioteca; creo que queda en ruinas todo el mundo, el mundo que esa persona conocía y en el que creía. Piensa en eso,  chaval: hay miles de millones de personas en la Tierra, y cada una de esos miles de millones de personas tiene un mundo dentro. La Tierra que sus mentes han concebido.” (p. 127)
[La cita pertenece al relato La vida de Chuck.]

jueves, 2 de noviembre de 2023

Juan José Millás
CUENTOS
Barcelona, 2001, Plaza & Janés.


 

“De haber nacido hombre, no tengo ninguna duda sobre lo que me habría gustado ser: misionero, pero misionero aquí, en Madrid. No entiendo a esos curas que se van a salvar almas a la selva. Lo lógico es rescatar primero las de Madrid y, luego, si tienes tiempo, las de Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, por este orden. La selva puede esperar. Yo creo que los curas que se van al Amazonas, o a África, no tienen verdadera vocación: se marchan porque no aguantan a su madre, o porque les gusta la aventura, porque si de verdad quisieran salvar almas se quedarían en Madrid.
(…)
   O sea, que voy a cumplir cuarenta años y todavía no he salvado ni un alma por culpa de mi condición femenina. ¿Hay derecho a eso? Yo daría la vida por tener en Madrid una parroquia pequeñita, de pocas almas, por lo menos al principio. Ya iríamos creciendo. El caso es que por un cantante que vi en la televisión me enteré de que te pueden operar para convertirte en un hombre y dije ya está: me opero y me hago misionero. Además, soy una mujer un poco hirsuta, o sea, que tengo pelos por todas partes, de manera que las hormonas me las podría ahorrar. Pues se lo cuento a mi director espiritual y dice que de ninguna manera, que lo primero que tengo que hacer antes de meterme en el quirófano es dejar de creer en Dios. Pero si lo que yo quiero es salvar almas. ¿Cómo voy a salvar almas sin creer en Dios? Tú verás, me contesta, pero esa operación es pecado mortal, fijo que te condenas. Así que no sé qué hacer, si operarme y perder mi alma para salvar a los otros, o no operarme, en plan egoísta, y salvarme yo a costa de que las almas de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, por este orden, se vayan al infierno. He escrito al Vaticano, para consultar, pero no me contestan.” (pp. 87-90)

[El texto pertenece al relato “Una vocación imposible”.]

Bernhard Uhde
POR QUÉ CREEN LO QUE CREEN. LA COMPRENSIÓN
DE LAS CINCO GRANDES RELIGIONES

Barcelona, 2019, Herder.



“¿Cómo puede pensarse en la libertad del hombre en un mundo lleno de causalidad? Es de saber que la libertad humana puede ser consecuencia de la superación de la causalidad, pues existe la posibilidad de no llevar un acto de la voluntad hasta su realización. Puede ser que la libertad de elección sea restringida, pero cabe pensar que tenemos la libertad de no elegir, de no desplegar ninguna voluntad, pues entonces no se produce ya ninguna causalidad. De esta manera, el resultado de la reducción de la voluntad es la verdadera libertad: «El hombre en el que penetran los deseos, como ingresan las aguas al océano, que aumenta su volumen sin inmutarse, se conduce sin deseos, sin codicia, sin ego, obtiene paz».” (p. 191)
[La última cita entrecomillada pertenece al Bhagavad Gita II, 70, según el autor.]

Bill Hansson
CUESTIÓN DE OLFATO.
Historias asombrosas sobre el mundo de los olores
(I)
Barcelona, 2022, Crítica.


 

“Sin embargo, aunque el olfato pueda ser fiable, por lo general somos incapaces de describir los aromas con precisión. En comparación con las posibilidades lingüísticas e las que disponemos para hablar de la vista y el oído, lo cierto es que nuestro vocabulario olfativo no es especialmente rico. Cuando se pide a voluntarios sanos que describan olores habituales, siempre les cuesta darles un nombre. Los estudios nos muestran qué áreas del cerebro tienen la culpa de este fenómeno. Parece que, cuando hablamos de aromas, se activan dos regiones: la corteza temporal anterior y la corteza orbitofrontal. De acuerdo con los datos obtenidos en esos estudios, estas áreas cerebrales reciben señales olfativas relativamente poco procesadas, lo que nos dificulta activar las áreas de procesamiento lingüístico para identificar los olores y asignarles un nombre.
   En la historia de nuestra evolución, el procesamiento lingüístico se desarrolló mucho después del procesamiento olfativo, lo cual podría explicar por qué nuestro vocabulario cotidiano aplicable a los olores es tan pobre. En cualquier caso, aún no comprendemos realmente cómo procesa nuestro cerebro las experiencias olfativas diarias y cómo las conecta con el lenguaje.” (pp. 67-68)

Valentín Fuster / José Luis Sampedro
LA CIENCIA Y LA VIDA
Barcelona, 2008, Plaza y Janés.



“Mucha gente ansía el momento de la jubilación para «tirar la toalla» y dedicarse únicamente al ocio, pero otra gente se da cuenta de que si no hace algo, se oxida y se pudre, no es que se desgaste, es que se corrompe. Lo sabrás tú mejor que yo: el señor que se va a un club y sólo se dedica a charlar con los amigos, jugar a las cartas, se muere más deprisa que si continúa haciendo algo.
-Desde luego, el aspecto cognitivo baja enormemente, y eso, como hemos visto antes, acarrea una baja de la autoestima.
-Claro.
-Y, además, conduce al aislamiento y a la neurosis. Es típico que un paciente retirado te cuente que hace muchas cosas, pero cuando penetras, te percatas de que estás frente a un ser aislado, que creía haber alcanzado su libertad para hacer lo que le viniera en gana, pero a la postre, sin un camino trazado, se ha convertido en una persona aislada.
-Ya ni saben lo que querían hacer mientras soñaban con el tiempo para hacerlo.” (p. 148)

miércoles, 20 de septiembre de 2023


 

E. M. Cioran
EL ACIAGO DEMIURGO (II)
Madrid, 1974, Taurus.



“En el concilio de 1211 contra los Bogomilos se anatematizó a aquellos de entre ellos que sostenían que «la mujer concibe en su vientre con la cooperación de Satán, que Satán permanece allí sin retirarse hasta el nacimiento del niño».
   No me atrevo a suponer que el demonio pueda interesarse en nosotros hasta el punto de hacernos compañía durante meses; pero no podría dudar de que hayamos sido concebidos bajo su mirada y de que haya efectivamente asistido a nuestros queridos progenitores.” (p. 73)

“¿No será la nostalgia un signo de envejecimiento precoz? Si esto es cierto, yo soy senil de nacimiento.” (p. 75)

“Todos estamos afectados, tomamos por real lo que no lo es. El viviente, en tanto que tal, es un insensato, ciego por añadidura: incapaz de discernir el lado ilusorio de las cosas, advierte por todas partes lo sólido, lo lleno. En cuanto, por milagro, ve claro, se abre a la vacuidad y se expande en ella. Más rica que la realidad a la que reemplaza, Èsta nace de todo sin el todo, es fundamento y ausencia, variante abismal del ser. Pero quiere la desdicha que la tengamos por una deficiencia; de donde provienen nuestros temores y nuestros fracasos. ¿Qué es, pues, para nosotros? Todo lo más, un diáfano callejón sin salida, un infierno impalpable.” (p. 77)

“En la historia, siempre se está en el umbral de lo peor. Es lo que la hace interesante; lo que hace que se la odie, que no llegue uno a desprenderse de ella.” (pp. 113-11

[Las cursivas pertenecen al texto.]

Isaac Bashevis Singer
EL MAGO DE LUBLIN (I)
Barcelona, 2013, RBA. 



“Existía un Creador, pero no se revelaba a nadie, ni daba indicaciones de lo que convenía hacer y de lo que estaba prohibido. Los que hablaban en Su nombre eran unos embusteros.” (p. 11)

“Aquellos judíos -toda una comunidad- hablaban a un Dios que ninguno de ellos había visto. Aun cuando los dones que les había hecho consistían en epidemias, hambres, pobreza y pogromos lo calificaban de compasivo y misericordioso y se proclamaban a sí mismos el pueblo elegido por Él. Yasha, a veces, envidiaba su fe inmutable.”

E. M. Cioran
EL ACIAGO DEMIURGO (I)
Madrid, 1974, Taurus.



“El politeísmo corresponde mejor a la diversidad de nuestras tendencias y de nuestros impulsos, a los que ofrece la posibilidad de ejercerse, de manifestarse, cada una de ellas libre para tender, según su naturaleza, hacia el dios que le conviene en ese momento. Pero ¿qué emprender con un solo dios?, ¿cómo afrontarle, cómo utilizarle? Estando él presente, se vive siempre bajo presión. El monoteísmo comprime nuestra sensibilidad: nos ahonda estrujándonos; sistema de represiones que nos confiere una dimensión interior en detrimento de la expansión de nuestras fuerzas, constituye una barrera, detiene nuestro desarrollo, nos estropea. Eramos con certeza más normales con varios dioses que lo somos con uno solo. Si la salud es un criterio, ¡qué retroceso supone el monoteísmo!
   Bajo el régimen de varios dioses, el fervor se reparte; cuando se dirige a uno solo, se concentra y exaspera, y acaba por convertirse en agresividad, en fe. La energía no está ya dispersa, se dirige toda en una misma dirección. Lo que era notable en el paganismo es que no se hacía una distinción radical entre creer y no creer, entre tener o no tener fe. La fe, por otro lado, es una invención cristiana; supone un mismo desequilibrio en el hombre y en Dios, arrastrado por un diálogo tan dramático como delirante. De aquí el carácter demencial de la nueva religión. La antigua, mucho más humana, te dejaba la facultad de elegir el dios que quisieras; como no te imponía ninguno, era a ti a quien tocaba inclinarse por éste o por aquél. Cuanto más caprichoso se era, más necesidad se tenía de cambiar, de pasar de uno a otro, estando bien seguro de hallar el medio de amarlos a todos en el curso de una existencia. Eran por añadidura modestos, no exigían más que el respeto: se les saludaba, pero no se arrodillaba uno ante ellos.” (pp. 29-30)

[Las cursivas pertenecen al texto.]

Thomas Halliday
OTROS MUNDOS (III)
Barcelona, 2022, Debate.


 

“El sexo está tan arraigado en las características de la mayoría de los animales que es fácil olvidar que es una estrategia ecológica. Sin él, los hijos son clones de su progenitor. Cuando producir el mayor número de descendientes es la única métrica real del éxito evolutivo, esto es lo ideal. Sin embargo, la estrategia de la clonación conlleva otros riesgos; los vástagos estarían bien adaptados al entorno de su progenitor, pero, si el mundo se vuelve más cálido o más ácido, o el alimento escasea, todos correrán el mismo destino. Los animales asexuales no suelen durar largos periodos de tiempo evolutivo, aunque hay algunas excepciones. En un mundo variable, el sexo es una forma de mezclar el código genético con nuevo material para no jugárselo todo a la misma carta y aumentar la posibilidad de que al menos algún descendiente sobreviva.” (pp. 297-298)

VV.AA.
CUENTOS DE CUBA ESPAÑOLA
Madrid, 2002, Clan.



“MANOS FRÍAS

Esta historia la hace mi abuela, que ahora vive en Cruce y tiene ya más de cien años.
   Un hombre tenía una novia y por cosas desas que pasan se pelió con ella. Al poco tiempo ella se murió sin quel supiera na, porque no vivía en el pueblo.
   Un día él fue a un baile en el pueblo y la vio y como no sabía que estaba muerta bailó muchísimo con ella. Después ella sintió frío y él le puso su saco por los hombro y allí mismo, ante sus propios ojo ella se le desapareció.
   Al otro día fue a la casa de ella y le explicó a la madre to el asunto cómo había sido. Y la madre horrorisá le dijo:
   -¡Eso no pué ser, porque ella se murió tal día!
   -¡Pero no pué ser, si yo mismo le puse mi saco por los hombro!
   Y el hombre dijo:
   -Pa convencerme tengo que ir al cementerio.
   Y fue allá con la madre de la muchacha y cuando llegaron a la tumba, el saco del hombre estaba tirao encima.
   ¡Figúrese qué clase de susto se llevó el hombre! ¡Ahí mismito se quedó muerto, en la tumba de la muchacha!

Zoraida García, 33 años, Barrio Puente.” (p. 89)


Thomas Halliday
OTROS MUNDOS (II)
Barcelona, 2022, Debate.




“El viento trae lluvia desde las alturas en un endemoniado remolino de nubes que oscurece el cielo. Con las primeras gotas, el perezoso levanta la vista, arrastra los pies y continúa alimentándose. La manada de tipoterios comienza a desplazarse al aire libre hacia un terreno arbolado junto a un recodo de la orilla del río para refugiarse. El olor de la tierra mojada crece mientras la percusión combinada de las gotas de lluvia hace murmurar al aire. Pero, bajo el aliento de ese murmullo, hay otro sonido tenue, de agua derramada y movimientos de cascos, que aumenta de volumen hasta convertirse en un clamor. Desde una posición elevada sobre un mezquite, un pájaro lanza su canto con brío y levanta el vuelo, seguido por otros, y la alerta se extiende instantáneamente por la variada manada que hay en el suelo. Los arbustos se estremecen cuando los Eoviscasccia desaparecen con cautela en la seguridad de sus madrigueras.
   Río abajo se oye el restallido de la madera que se quiebra, y, a continuación, llega una ola danzante de tres metros de altura. De la alerta se pasa a la huida, el perezoso gime y se pone a cuatro patas, y los tipoterios se sobresaltan y se dispersan. La riada avanza y, golpeando la curva junto a un árbol, se eleva en el aire sobre la orilla como una masa oscura para desplomarse en el suelo; viene seguida de otra, como si se agitaran densas telas de terciopelo húmedo sobre la hierba. El rítmico deslizamiento del alud de lodo, que se repliega sobre sí mismo como una papilla en ebullición, se desboca, y la suave fuerza del agua se extiende por el paisaje y llena los valles a decenas de metros por segundo. Las delicadas teselas de arcilla del lecho fluvial se rompen en pedazos, los cantos se mueven como si no tuvieran peso, y los troncos de los árboles son arrastrados como si no fueran más que ramas, atrapando, sumergiendo o quebrando todo lo que encuentra a su paso, excavando nuevos caminos en el suelo subyacente y convirtiendo el fondo del valle en una turbulencia encrespada y grisácea.” (pp. 91-92)

 


Thomas Halliday
OTROS MUNDOS (I)
Barcelona, 2022, Debate.



“El estrecho de Bering, esa franja de agua que en la actualidad separa Alaska de Chukotka, en el extremo oriente ruso, está seco y es habitable, y da nombre a la provincia biológica de Beringia. Puede que esta sea una tierra fría en invierno, pero se torna luminosa y cálida en los meses más calurosos. Prados de flores silvestres cubren el terreno durante toda la primavera y el verano. La mayoría de los árboles son más bien arbustivos: sauces enanos escriben al viento una caligrafía sin palabras con la tinta de sus florecillas, mientras los abedules enanos esconden perdices blancas. En lo alto, bandadas de gansos nivales levantan el vuelo entre graznidos en su ruta hacia el mar. En otoño, las zonas más resguardadas de Beringia brillan como el oro líquido cuando los álamos y los chopos temblones se tornan amarillos, y el verde azulado de las altas píceas los realza. Estas tierras bajas son el refugio de muchas especies de plantas y animales, una parte del mundo con un clima más benigno y llevadero donde pueden sobrevivir las que no toleran el prolongado frío de la edad de hielo. En algunos lugares sobresale el musgo esfagno, que habita en las ciénagas, mientras que, en otros, la salvia, cual vello plateado sobre las praderas, libera su cálido aroma bajo las pezuñas de los bisontes.” (pp. 32-33)


Pío Baroja
LAS NOCHES DEL BUEN RETIRO (II)
Barcelona, 2006, Tusquets.



“Don Antolín Torrecilla era muy interesado y roñoso. Beltrán, anticlerical convencido, decía del cura, a pesar de ser su amigo y paisano:
   —Éstos, ya se sabe, son de los que dicen:

Entre Dios y el dinero,
lo segundo es lo primero.

—¡Cállate tú, farolero! —le decía el cura—; que no sabes lo que te pescas.
—Farolero de la Villa —contestaba Beltrán—; en lo demás, menos farolero que tú.
—Calla, hombre, calla; si eres como una cotorra vieja.
—Éstos —decía Beltrán— no piensan más que en los cuartos. Cuando hablan de la muerte y de la salvación eterna están pensando en las perras. En mi pueblo estaban de vacaciones en la posada dos estudiantes de cura que iban a terminar la carrera. Uno de ellos le quiso asustar al otro, se subió al desván y comenzó a arrastrar unas cadenas encima del cuarto del compañero y a dar grandes ayes y lamentos.
   De parte de Dios, alma en pena, ¿dime qué quieres? —preguntó el estudiante desde su cuarto con voz medrosa.
   El de arriba contestó en tono fúnebre: ¡Que me digas veinte misas por la salud de mi alma!
   El de abajo añadió con el mismo tono lastimero y castañeteándole los dientes: Bueno, muy bien. Échame cien pesetas.
—Todas ésas son bolas que inventa éste —replicaba don Antolín.” (pp. 75-76)

Aldous Huxley
EL GENIO Y LA DIOSA
Barcelona, 2009, Edhasa.


 

“—Lo fastidioso en la novela —dijo John Rivers— es que tiene demasiado sentido. La realidad nunca lo tiene.
—¿Nunca? —pregunté.
—Tal vez lo tenga para Dios —admitió—. Nunca para nosotros. La novela tiene unidad, tiene estilo. Los hechos no poseen ni una cosa ni otra. En crudo, la existencia siempre es un estúpido suceso tras otro y cada estúpido suceso es simultáneamente Thurber y Miguel Ángel, simultáneamente Mickey Spillane y Tomás de Kempis. El criterio de la realidad es su intrínseca falta de relación.” (p. 9)

“¿No recuerda qué agudas eran sus sensaciones de niño, qué intensamente lo sentía todo? El deleite de las fresas y la crema, el horror del pescado, el infierno del aceite de ricino… ¡Y la tortura de tener que levantarse y recitar delante de toda la clase! La inexpresable alegría de sentarse junto al cochero, sintiendo el olor a sudor de caballo y a cuero, con la blanca carretera prolongándose hacia el infinito y el lento despliegue de los trigales y las huertas al paso del coche, ese abrirse y cerrarse de los campos como enormes abanicos… Cuando se es niño, nuestra mente es como una especie de solución saturada de sentimiento, como una suspensión de todas las emociones, pero en estado latente, en condiciones de indeterminación. A veces son las circunstancias externas el agente cristalizador y a veces nuestra propia imaginación. Cuando queremos una emoción determinada, buscamos deliberadamente en nosotros mismos hasta obtenerla: un brillante cristal rosado de placer, un verde o amoratado trozo de miedo… Porque el miedo, desde luego, es una emoción como cualquier otra; es una horrible clase de diversión.” (pp. 33-34)  

“¡Qué abismo entre impresión y expresión! Ahí está la ironía de nuestro destino: tener sentimientos shakesperianos y (a menos que tengamos la suerte de uno a mil millones de ser realmente Shakespeare), hablar de ellos como vendedores de automóviles, jovencitas o profesores. Practicamos la alquimia al revés: tocamos oro y lo convertimos en plomo; tocamos la lírica pura de la experiencia y la convertimos en los equivalentes verbales de mondongo y bazofia.” (p. 44)

Pío Baroja
LAS NOCHES DEL BUEN RETIRO (I)
Barcelona, 2006, Tusquets.


 
“Las tertulias de los jardines se hacían y se deshacían con facilidad. En unos días, en unas semanas, o en unos meses se formaban, crecían, y al poco tiempo venía una desbandada general.
    Algunas de aquellas tertulias gozaban de cierto renombre entre los abonados, porque en ellas se distinguía la dama de la aristocracia celebrada por sus joyas, por sus dichos mordaces o por sus aventuras, o algún político con fama de elocuente, de maquiavélico o de florentino.
    Todavía se sentía entusiasmo por la conversación ingeniosa y el lucirse haciendo una frase era un valor que se cotizaba. El tal entusiasmo ha ido desapareciendo y extinguiéndose como si todos tuviéramos el tiempo tasado y creyéramos, a estilo inglés, que éste es dinero.” (p. 23)

“Montes Plaza aseguraba que su inclinación natural era la de ser gandul; ahora, según él, no había podido llegar a ser el gandul puro y perfecto, el vago arquetipo. Muchas veces sentía, según afirmaba, estúpidas veleidades de trabajar y de conseguir éxito y hasta gloria, y esto le desacreditaba en el concepto de los demás.
    Si no hubiera hecho nunca nada, decía, tendría mayor respetabilidad; pero el afán de hacer, el no contentarse con la noble calidad de holgazán y de vago le desconceptuaba por completo.
    No era esto cierto, sino más bien una finta para disimular su ambición oculta.” (p. 29)


lunes, 17 de julio de 2023

José María Merino
NOTICIAS DEL ANTROPOCENO
Barcelona, 2021, Alfaguara.

 

“Esta mañana, uno de los temas se centró precisamente en el declinar del libro como instrumento de formación en el sistema educativo, y en el vertiginoso avance del best seller de usar y tirar como elemento predominante en la literatura más leída.
    En su intervención, él, un escritor ya viejo que, al parecer, ha asistido en el pasado a muchos de estos congresos y a quien mi generación apenas conoce, habló de las nuevas tecnologías con notable perspectiva apocalíptica, señalando que el uso exclusivo de las redes sociales, tan útiles para la rapidez y la generalización comunicativas, ha sido muy dañino para la cultura profunda de la mayoría de los jóvenes, pues, por un lado, ha reducido su patrimonio léxico; por otro, los ha apartado irremediablemente del libro -según él, el más completo y resistente de los objetos depositarios de cultura-. Lo tengo grabado: «Ahora continuamente se pierde información por los cambios de las llamadas aplicaciones, pero cualquier libro antiguo se puede seguir leyendo en su primera edición. Los libros son un depósito mucho más seguro de la cultura que las tabletas.»
   Y llegó a decir que lo digital ha insuflado en la juventud una autoestima expresiva, petulante y cargada de desprecio hacia todo lo no digital, según él.” (pp. 278-279 )

[La cita pertenece al relato “El cuento de los amóviles”.]

Kazuo Ishiguro
UN ARTISTA DEL MUNDO FLOTANTE (III)
Barcelona,1989, Anagrama.



“–Oji, ¿por qué se mató el señor Naguchi?
–No sabría decírtelo con seguridad, Ichiro. No le conocí personalmente.
–Pero ¿era un hombre malo?
–No, no lo era. Sólo fue un hombre que trabajó mucho por lo que él consideraba bueno. Pero al acabar la guerra, todo cambió. Las canciones que había compuesto el señor Naguchi se habían hecho muy populares en todo Japón, no sólo en esta ciudad. Las ponían en la radio y en los bares, y la gente como tu tío Kenji las cantaba en el ejército cuando desfilaba o antes de una batalla. Después de la guerra el señor Naguchi pensó que…, bueno, que había cometido un error componiendo esas canciones. Pensó en toda la gente que había muerto, en todos los muchachos de tu edad que ya no tenían padres, pensó en cosas así y, en fin, pensó que se había equivocado con esas canciones y sintió que debía pedir perdón a los que habían sobrevivido, a los muchachos que ya no tenían padres y a los padres que habían perdido a sus hijos. Quiso manifestar su pesar a esa gente y creo que por eso se mató. El señor Naguchi no fue una mala persona ni mucho menos. Tuvo el valor de reconocer los errores que había cometido. Fue muy valiente y digno de admiración.” (p. 166)

[El diálogo hace referencia a la II Guerra Mundial.]

 


Stefan Zweig
EL MISTERIO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA
Madrid, 2022, Sequitur.



“A veces nos es dado asistir a ese milagro, y nos es dado en una esfera sola: en la del arte. Les consta a todos que año tras año se escriben y publican diez mil, veinte mil, cincuenta mil libros, se pintan cientos de miles de cuadros y se componen cientos de miles de compases de música. Pero esa producción inmensa de libros, cuadros y música no nos impresiona mayormente. Nos resulta tan natural que los autores escriban libros, como que luego los encuadernen y los libreros, por último, los vendan. Es éste un proceso de producción regular como el hornear pan, el hacer zapatos y el tejer medias. El milagro sólo comienza para nosotros cuando un libro único entre esos diez mil, veinte mil, cincuenta mil, cien mil, cuando uno solo de esos cuadros incontables sobrevive, gracias a su entelequia, a nuestro tiempo y a muchos tiempos más. En este caso, y sólo en éste, nos apercibimos, llenos de veneración profunda, de que el milagro de la creación vuelve a cumplirse aún en nuestro mundo.
   Es ésta una idea subyugante. He aquí un hombre o una mujer. Tienen el mismo aspecto que cualquier otro, duermen en camas como las nuestras, comen sentados a la mesa, van vestidos como nosotros. Le encontramos en la calle, acaso frecuentábamos el mismo colegio que él, y hasta puede darse el caso de que hayamos sido compañeros de pupitre; exteriormente, ese hombre no se distingue en nada de nosotros. Pero de pronto ese hombre da cumplimiento a algo que nos está negado a todos nosotros. No vive sólo el tiempo de su existencia propia, porque lo que creó y realizó sobrepasa la existencia de todos nosotros y la vida de nuestros hijos y nietos. Ha vencido la mortalidad del hombre y ha forzado los límites en que, por lo común, nuestra vida queda encerrada inexorablemente.” (pp. 13-14)

“Habrá siempre, fatalmente, tiempos que no quieran oír ni ver nada que no sea su realidad inmediata, tiempos que crean prematuramente poder renunciar a la consagración de leyes heredadas, que supongan poder evadirse de los eternos vínculos de las normas y las formas.” (p. 42)

Kazuo Ishiguro
UN ARTISTA DEL MUNDO FLOTANTE (II)
Barcelona,1989, Anagrama.


 

“Me imagino que todos los grupos de alumnos tienen un cabecilla, alguien a quien el profesor escoge por su capacidad y que sirve de ejemplo a los demás. Y este alumno, por ser el que mejor comprende las ideas de su profesor, tiende, como fue el caso de Sasaki, a convertirse en el principal intérprete de esas ideas frente a los alumnos menos capacitados o con menos experiencia. Sin embargo, también es este mismo alumno el que antes aprecia las deficiencias de su maestro y el que antes adopta opiniones distintas de las suyas. En teoría, un buen profesor aceptará que esto ocurra y hasta se alegrará de que así sea, ya que será señal de que el alumno ha madurado gracias a sus enseñanzas. Sin embargo, en la práctica, pueden surgir sentimientos muy complejos. Y a veces, cuando uno se esfuerza mucho por formar a un buen alumno, no es raro que al ver madurar ese talento nos parezca un acto de traición, lo cual puede dar lugar a situaciones difíciles.” (p. 152)

Roger Caillois
LOS DEMONIOS DEL MEDIODÍA
Madrid, 2020, Siruela.



“Antiguamente, la medianoche no tenía una existencia propia en el curso de la noche, como sí la tenía, en cambio, el mediodía en el curso del día. Ningún signo comparable a la posición del sol o a la exigüidad de la sombra podía revelarles la hora de la medianoche a los hombres, que se veían de ese modo llevados a oponer el instante del mediodía a la noche indivisa y que, de cualquier modo, no podían definir la medianoche más que como la contraparte nocturna de la hora diurna de los fantasmas. De hecho, nunca hubo demonios específicos de la medianoche (ninguno llevó jamás ese nombre). (…) Así que, cuando la invención del reloj despertador le otorgue cierta individualidad, solo se convertirá en una hora de apariciones en la que los fantasmas, sin naturaleza definida, se las apañarán, en cierto modo, para manifestarse: nunca tendrá ningún fantasma propio, pues la medianoche recibe los espectros, pero no los envía.
   Otra circunstancia, de carácter muy distinto, contribuyó, sin la menor dudad, a la decadencia mitológica de la hora del mediodía: la influencia del cristianismo. Los griegos no calificaban moralmente la claridad y las tinieblas. Por lo tanto, según su visión, los demonios se aparecían indistintamente durante el día o durante la noche. En cambio, desde que la luz fue considerada una manifestación del principio del bien, y la oscuridad lo fue del mismo imperio del mal, (…) se afirmó que los demonios habían escogido las sombras, y que, semejantes a los murciélagos, creaban tinieblas a su alrededor y evitaban el día.” (pp. 173-174)

[La cursiva pertenece al texto.]

Kazuo Ishiguro
UN ARTISTA DEL MUNDO FLOTANTE (I)
Barcelona,1989, Anagrama.



“Todavía hoy, tres o cuatro veces por semana, sigo cogiendo el sendero que va hasta el río y el puente de madera. Los que vivían aquí antes de la guerra aún lo llaman el Puente de las Vacilaciones. El nombre se debe a que, hasta hace no mucho, para ir al barrio de la vida nocturna había que cruzarlo, y se dice que, a menudo, había hombres que se quedaban a mitad del puente, sin saber si ir a divertirse o volver a casa con sus esposas. En mi caso, si alguna vez me he quedado a mitad del puente, no es que vacilara, es sólo que me produce un gran placer contemplar cómo se pone el sol, mirar el entorno, y examinar todos los cambios que ha habido.” (p. 109)

viernes, 21 de abril de 2023

Michel Rio
MERLÍN
Madrid, 1994, Debate.
 


“-¿Qué me importa a mí que el hombre dure? exclamó irritada. Lo que cuenta soy yo, y no el hombre. Lo detesto. Es un esclavo que se resigna a su suerte y acepta para tranquilizarse todas las tonterías sobre la eternidad que le sirven los iluminados y los charlatanes. Esas pamplinas de después de la muerte, con un paraíso o un infierno en el cielo, bajo tierra o vete a saber dónde, y unos dioses grotescos o vanos como los de los griegos y los egipcios, crueles como los de los fenicios o los cartagineses, ausentes como el de los judíos o locos como el de los cristianos. Una caterva de dioses que no son sino el reflejo de la necedad, la locura o la perversidad de sus inventores. ¿Crees que a mí, Morgana, puede bastarme con ser continuada por ese hombre cuya única permanencia es la estupidez?” (pp. 57-58)

“(...) percibí con claridad, por experiencia, por qué el hombre, desde la noche de los tiempos, vivía más de leyenda que de historia, y por qué en su espíritu, al fin y al cabo, la poesía prevalecía sobre el poder. Porque la leyenda construía incansablemente una eternidad cuya mentira la historia se afanaba por demostrar.” (p. 126)
Petronio
EL SATIRICÓN
Madrid, 1978, Gredos.



“Y así, según mi opinión, la juventud, en las escuelas, se vuelve tonta de remate por no ver ni oír en las aulas nada de lo que es realmente la vida.Tan sólo se les habla de piratas con cadenas apostados en la costa, de tiranos redactando edictos con órdenes para que los hijos decapiten a sus propios padres, de oráculos aconsejando con motivo de una epidemia que se inmolen tres vírgenes o unas cuantas más; las palabras y las frases se recubren de mieles y todo -dichos o hechos- queda como bajo un rocío de adormidera y sésamo.” (pp. 29-30)

“¿Cuál es la conclusión? Hay que echar la culpa a los padres: no quieren que sus hijos se formen en una severa disciplina. En primer lugar cifran sus esperanzas, como toda su vida, en la ambición. Luego, por ver cumplidos pronto sus votos, lanzan al foro a esas inteligencias todavía muy verdes pretendiendo revestir a sus hijos recién nacidos con el ropaje de la oratoria, que es, según propia confesión, la cosa más grande del mundo. Si aceptaran unos estudios graduados, dando tiempo al joven para formar su espíritu en el estudio de la filosofía, para trabajar su estilo con despiadada crítica, para escuchar con calma los modelos que se propone imitar, para convencerse que no es lo mejor aquello que deslumbra la infancia: entonces la gran oratoria volvería a reinar con toda su autoridad.
Hoy los niños no hacen más que jugar en la escuela, los jóvenes hacen el ridículo en el foro, y, lo que es más vergonzoso que ambos extremos, nadie quiere reconocer en la vejez la desacertada enseñanza de su infancia.” (pp. 31-32)


 

Isaac Bashevis Singer
UNA VENTANA AL MUNDO Y OTROS RELATOS (II)
Madrid, 2022, Nórdica.



“Durante aquellas horas crepusculares literalmente sentí la inmortalidad de las almas.” (p. 83)

“Aquella noche de verano era de las que se dice que vuelven loca a la gente. Hacía mucho que se había puesto el sol, pero el cielo conservaba el brillo del día. Aún descendían de él oleadas de calor. Hordas de parejas paseaban por las aceras. En lugar de caminar parecían más bien estar bailando; los hombres con trajes de colores claros y sombreros de paja, las mujeres con sombreros adornados de frutas y flores, y vestidos que dejaban ver las curvas y el balanceo de sus pechos, sus caderas, sus muslos. Todos estaban ebrios de amor pero yo no podía sino mirarlos con lástima.” (pp. 84-85)
[Los textos pertenecen al relato Una ventana al mundo.]

Maimónides
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (V)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947)


 

“Comenzaremos el capítulo con una parábola. Hay un rey en un palacio, y sus súbditos viven los unos en el país, los otros en el extranjero. Algunos de los que viven en el país, están vueltos de espaldas al palacio real y miran en dirección contraria; otros se muestran deseosos y celosos de entrar en el palacio, "para inquirir en su templo", y para ministrar ante el rey, pero todavía no han logrado ver ni siquiera la fachada. Algunos, consiguieron acercarse y van errabundos en derredor, buscando la puerta de entrada; otros, han cruzado ya la cancela y discurren por las antecámaras, otros, en fin, han logrado penetrar en lo más íntimo del palacio, y se hallan con el rey en la misma cámara.
   Incluso estos últimos no han visto al rey tan luego entraron en el palacio, ni le han hablado de buenas a primeras; porque, una vez dentro, hubieron menester nuevos afanes hasta que consiguieron presentarse delante del rey, unos a distancia, otros a su vera, oyendo sus palabras o hablándole
   Y ahora quiero aclararte el sentido de la parábola. Los súbditos que están en el extranjero son los hombres sin religión, tradicional u obtenida por indagación propia. Así, los Turcos que van errantes por el Norte, y los Kuchitas que viven en el sur, y los que moran entre nosotros y son semejantes a ellos. Yo los considero como seres irracionales, y no como hombres; están por debajo de la humanidad, aunque por encima de los monos, pues que tienen forma y figura del hombre y ciertas facultades mentales superiores a las de los simios.
   Los que viven en él país, vueltos de espaldas al palacio del rey, son los que tienen religión, creencias e ideas, pero se apegan a falsas doctrinas, ya sea que las adoptaran por indagación propia, ya que los recibieron de otros que los extraviaron. Por haber equivocado el rumbo, se apartan más del palacio del rey, cuanto más caminan, y son éstos peores que los de la primera clase, tanto que, en ciertas circunstancias, puede ser necesario sacrificarlos para extirpar sus doctrinas, y que no descarríen a otros.” (Libro Tercero. Cap. LIII)

Immanuel Kant
SUEÑOS DE UN VISIONARIO EXPLICADOS MEDIANTE LOS ENSUEÑOS DE LA METAFÍSICA  (II)
Cádiz, 1989,  Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz.



“Esta también parece ser, en general, la causa principal de la credibilidad de los cuentos de espíritus, que tanta acogida general encuentran, e incluso las primeras ilusiones de supuestas apariciones de hombres difuntos proceden probablemente de lisonjeras esperanzas en que se permanece todavía de algún modo después de la muerte.” (p. 109)

“Vive en Estocolmo un cierto Sr. Swedenberg, sin oficio ni beneficio, de una fortuna bastante considerable. Su única ocupación consiste en estar, como él mismo cuenta, desde hace más de veinte años en relaciones muy estrechas con los espíritus y almas difuntas, de las que pide noticia al otro mundo y a las que concede a cambio algunas del presente, y en redactar grandes volúmenes sobre sus revelaciones y viajar de vez en cuando a Londres para atender los encargos de los mismos. Pero no es reservado con sus secretos, de los que habla sin problema a todo el mundo, sin que dé la impresión de engañar o embaucar. Y del mismo modo que, si debe creérsele a él mismo, es el archivisionario entre los visionarios, debe ser también seguramente el archifantasioso entre los fantasiosos, a juzgar por las descripciones que de él hacen los que lo conocen y a juzgar por sus escritos.” (p. 119)
[Kant se refiere al teólogo, inventor y polifacético escritor sueco Emanuel Swedenborg.]

“Entendimiento y locura tienen trazadas unas fronteras tan difusas, que difícilmente se recorre un territorio amplio en uno de ellos sin hacer de vez en cuando un pequeño recorrido en el otro.” (p. 123)

miércoles, 29 de marzo de 2023

Maimónides
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (IV)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947)


“Sostenemos únicamente que los primeros teólogos, ora cristianos griegos, ora mahometanos, establecieron sus proposiciones sin indagar las propiedades verdaderas de las cosas; antes bien, se preocuparon de que las propiedades de las cosas les suministraran pruebas en pro o en contra de una u otra creencia. Pienso que Temistio tenía razón al decir que no se puede adaptar las propiedades de las cosas a nuestras creencias, sino que son nuestras creencias las que deben adaptarse a la realidad del ser.” (Libro Primero. Cap. LXXI)
[Temistio, analista de las ideas de Aristóteles, fue un filósofo griego del siglo IV d. C. ]

“Cuando advierten la falta de fuerza lógica de los argumentos de su escuela, y se percatan del carácter aleatorio de sus demostraciones, prefieren afirmar la doctrina como materia de fe antes que abandonarla, por falta de pruebas.” (Libro Primero. Cap. LXXV)

“Si quieres proseguir la indagación de la verdad, darás de lado a tus pasiones, a tu tradición, a las cosas en que has puesto tu cariño y a las que estás habituado” (Libro Primero. Cap. LXXVI)

“Es cosa establecida que las especies sólo existen en nuestro pensamiento. Las especies y géneros son meramente ideas de nuestra mente, mientras que todas las cosas que tienen existencia real son individuos o agregados de seres individuales.” (Libro Tercero. Cap. XXVIII)

Isaac Bashevis Singer
UNA VENTANA AL MUNDO Y OTROS RELATOS (I)
Madrid, 2022, Nórdica.


 

 “—¿De qué se lamenta? Así es la humanidad, la joya de la creación. Mi teoría es que todos los hombres son nazis. ¿Qué derecho tenemos para asesinar un ternero y comérnoslo? Quien tiene el cuchillo corta el melón. Es exactamente lo que creía Hitler: el poder es la razón. Y en cuanto a Dios, es el más nazi de entre los nazis. El archihitleriano. Tiene más poder que nadie, así que tortura a todo el mundo. Ya ve, no soy un no creyente. La gehena existe, claro que sí. ¿Por qué la gente iba a sufrir solamente en la tierra? Son torturados en la otra vida también. Dios tiene su propio Treblinka, con demonios, trasgos, diablos y ángeles de la muerte. Queman a los pobres pecadores o los cuelgan de la lengua o de los pechos. Todos los detalles están ahí, en «La vara del castigo». Pero el paraíso no existe. En todo lo que tiene que ver con la muerte soy un verdadero hereje.
   Reb Berish dejó de masticar.
   —¿Por qué iba el Creador del mundo a ser tan cruel?
   —¿Por que no iba a serlo? Tiene el palo más grande, así que lo usa. Nos ha dado una Torá, que nadie es capaz de seguir. Cualquier rabino de tres al cuarto decide añadir nuevas leyes, y si rompes una de estas leyes te reencarnas en serpiente. Los cristianos mantienen que Dios no fue capaz de redimir a la humanidad hasta que dejó morir a su único hijo en la cruz. De una forma u otra, todo lo que exige es sangre.” (p. 32-33)

[El texto pertenece al relato El huésped.]

 

Maimónides
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (III)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947)


 

“DE LOS LÍMITES DE LA PERCEPCIÓN INTELECTUAL 


   Percibiréis todo cuanto hay al alcance de tu vista, con solo que vuelvas los ojos a tu alrededor. Empero, si fuerzas excesivamente el ojo, afanándote por ver algún objeto demasiado lejano, o examinando escritos y dibujos diminutos, se debilitará tu capacidad visual no sólo respecto de aquél determinado objeto, sino también respecto de todas las cosas que normalmente sueles percibir. Lo mismo acaece con las facultades especulativas de quien se consagra al estudio de una ciencia. Cuando una persona estudia demasiado y agota su capacidad de reflexión, viene a confundirse y a perder incluso la aptitud de percibir lo que antes claramente aprehendía.
   Si eres capaz de dudar y no tratas de convencerte de que existen pruebas con que sostener lo que no puede ser demostrado, ni intentas percibir cosas que están más allá de tus alcances, entonces habrás logrado el más alto nivel, de perfección humana, y serás como R. Akibha, que "en paz entraba y en paz salía" del estudio de los problemas teológicos. En cambio, si te violentas para sobrepasar los límites de tu facultad intelectiva, o si de buenas a primeras rechazas por imposibles las cosas que nunca se demostró que lo eran, entonces serás como Elisha Aher, y las ideas nacidas de la imaginación prevalecerán sobre ti, y te inclinarás hacia los vicios, y te degradarás en bajas costumbres, a causa de la confusión que nublará tu mente y enturbiará tus luces.
   Respecto de lo cual se ha dicho: "¿Has hallado miel?, pues toma de ella lo que baste para tu alimento, no sea que te hartes y la devuelvas" (PROV. XXV 16). Nuestros Sabios han aplicado este verso a Elisha Aher. También han aconsejado al hombre que no se aventure temerariamente a especular sobre falsos conceptos, y que cuando dude acerca de alguna cosa, o no logre encontrar prueba de ella, no por eso debe abandonarla de buenas a primeras, rechazarla y negarla; antes bien, debe suspender su juicio, y, por respeto a la gloria de su Creador, abstenerse de emitir una opinión precipitada. No pretendían los Profetas y Sabios, con tales declaraciones, cerrar la puerta a la especulación y estorbar que la mente comprendiera lo que está a su alcance, como imaginan los ignorantes y perezosos, a los cuales place presentar su ignorancia e incapacidad como sabiduría y perfección, y la prudencia de otros, como irreligiosidad y defecto, tomando así las tinieblas por luz y la luz por tinieblas. Lo que los Profetas y Sabios se proponían era solamente declarar que hay un límite establecido para la razón humana, donde ésta debe detenerse.” (Libro Primero. Cap. XXXII)
[R. Akibha, Akiva o Akiva ben Iosef (c. 50-c.- c.135) es considerado como el fundador del judaísmo rabínico.  Elisha Aher o Elisha Ben Abuyah (70 a. C., aprox.) fue un rabino extremadamente controvertido por sus interpretaciones heterodoxas del judaísmo.]

Immanuel Kant
SUEÑOS DE UN VISIONARIO EXPLICADOS MEDIANTE LOS ENSUEÑOS DE LA METAFÍSICA  (I)
Cádiz, 1989,  Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz.



“Es cierto que pienso con la mayor convicción muchas cosas que no tendré nunca el coraje de decir, pero nunca he dicho algo que no pensase... De hecho me ha sido difícil imaginar un método mediante el que revestir mis pensamientos sin exponerme a la ironía. Me pareció el más aconsejable adelantarme a los otros de modo tal que me riese el primero de mí mismo.” (p. 12)

“El reino de las sombras es el paraíso de los ilusos. Encuentran aquí un país sin fronteras en el que pueden instalarse a gusto: vapores hipocondríacos, cuentos de vieja y milagros de convento no dejan que les falte material para construir. (…) ¿Pero por qué las patrañas vulgares, que encuentran tanta credulidad y son tan mal combatidas, circulan por todas partes de un modo tan inútil como impune, infiltrándose incluso en las argumentaciones teóricas, a pesar de que no cuentan con la prueba de la utilidad (argumentum ab utili), que es la más concluyente de todas? ¿Qué filósofo, atrapado entre las aseveraciones de un testigo convincente y razonable y la interna defensa de una duda insuperable, no ha hecho alguna vez el papel más tonto que se pueda imaginar? ¿Debe negar totalmente toda aparición de espíritus? ¿Qué puede alegar como fundamento para combatirlas?” (p. 29)

“Pues de lo que se sabe mucho en la juventud, más tarde, en la madurez, se está seguro de no saber nada; y el hombre de la exactitud se convierte, a lo sumo, en el sofista de sus tempranas ilusiones.” (p. 33)

“El hilozoísmo lo vivifica todo; el materialismo, si es suficientemente tomado en consideración, lo mata todo.” (p. 59)

[El hilozoísmo, doctrina filosófica de la escuela griega de Mileto (siglo VI a. C. aprox.), establecía que toda materia existente está animada y es poseedora de una especie única de energía vital o sensibilidad.]

 


Maimónides
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (II)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947) 



“DE LA FACULTAD Y ALCANCES DEL ENTENDIMIENTO HUMANO

    Los filósofos saben bien cuán considerablemente exceden las facultades intelectivas de unos hombres a las de otros. Hay quien acierta a descubrir por sí mismo una cosa, mientras que otro se muestra incapaz de entenderlo, aun cuando le sea enseñada agotando todas las metáforas y maneras de expresión posibles. Mas esta superioridad no es tampoco ilimitada. La mente humana tiene indudablemente sus fronteras que no puede transponer. Se sabe que al otro lado de la linde, hay cosas inaccesibles a la comprensión humana, y que el hombre no muestra deseos de alcanzar, ora convencido de que le es imposible tal conocimiento, ora percatado de que no posee los instrumentos con que vencer la dificultad. No sabemos, por ejemplo, el número de las estrellas del cielo, ni si es par o non, ni conocemos el número de los animales, minerales y plantas, y otras cosas por el estilo.
   Hay, empero, otros conocimientos que el hombre apetece mucho conocer, y los pensadores de todas las creencias y edades hicieron ahincados esfuerzos pura examinarlos e investigarlos. Discrepan entre sí, reina el desacuerdo y suscítanse constantemente nuevas dudas respecto de tales cosas, porque sus entiendimientos tratan tendenciosamente de comprenderlas, quiero decir, que se dejan arrastrar por el deseo; y cada cual cree haber dado con el camino que lleva al verdadero conocimiento de tal o cual cosa, aun cuando la razón humana no acierte a demostrarlo, con pruebas convincentes.
   Priva, sobre todo, esta confusión en los temas de metafísica; es menos común en los que atañen a la física, y desaparece por completo cuando se trata de ciencias exactas. Alejandro Afrodisio dijo que tres eran las causas que impiden a los hombres descubrir una verdad cierta: Primero, la arrogancia y vanagloria; segundo, la delicadeza, profundidad v dificultades de cualquier asunto que se examine, y tercero, la ignorancia y la falto de capacidad para comprender qué es lo que está al alcance del entendimiento. Ahora hay uno cuarta causa, es a saber, la costumbre y la educación. Naturalmente nos inclinamos a gustar de aquello a que estamos acostumbrados, que nos atrae y cautivo. El hombre ama y defiende las opiniones a que lo habituaron desde su infancia, y repugna los pareceres contrarios. Esta es también una de las causas que impiden a los hombres encontrar la verdad, haciéndolos esclavos, de la creencia común. Así acaece con las nociones que el vulgo tiene acerca de la corporeidad de Dios, y con otras muchas cuestiones que luego explicaré. A fuerza de leer ciertos pasajes bíblicos, se habitúan a respetar y recibir nociones falsas como verdaderas, tomando en sentido literal palabras que implican que Dios es un ser corporal, cuando fueron empleadas como figuras y metáforas, por razones que explicaré más adelante.
   Y no se piense que lo que hemos dicho acerca de la insuficiencia del entendimiento humano, se funde únicamente en la Biblia, pues los filósofos sostienen también lo mismo, y lo entienden cabalmente, sin que les mueva consideración alguna de religión o creencia. Se trata de un hecho que solo pueden poner en tela de juicio los que ignoran las cosas que han sido perfectamente demostradas.” (Libro Primero. Cap. XXXI)


Juan José Millás / Juan Luis Arsuaga
LA MUERTE CONTADA POR UN SAPIENS A UN NEANDERTAL (II)
Barcelona, 2022, Alfaguara.



“La poza de Juanón era una concavidad en la que el agua del río se remansaba provocando una mancha de color verde esmeralda que parecía colocada allí por un decorador de interiores, más que por la naturaleza. Tal era el problema, pensé, de conocer la representación de las cosas, como me había ocurrido a mí, antes que las cosas. Tomaba el paisaje por una copia de las estampas de los cuentos en vez de tomar las estampas de los cuentos por una copia del paisaje.
    Para contribuir al sentimiento de irrealidad del que era víctima, descubrí que, justo antes de que se manifestara la poza, se elevaba sobre el cauce del río un hermoso puente medieval, con sus piedras desgastadas por el paso del tiempo y la intemperie y cubiertas de musgo: un puente, en fin, que, aun gozando de las tres dimensiones propias de los objetos reales, evocaba más la obra de un pintor romántico que la de un arquitecto práctico.
    Con la excusa de orinar, me retiré detrás de unos matorrales y me lavé la cara en el río al objeto de recuperarme del mareo. El agua se manifestó fría y transparente como el aire que respirábamos. Una vez repuesto, observé el bosque con la esperanza de que me hubiera abandonado el sentimiento de irrealidad anterior. Lejos de eso, se acentuó al sentir que todo cuanto veía continuaba siendo una copia, una reproducción, un calco. Entonces me vino a la memoria aquella idea de Oscar Wilde: la de que la naturaleza imitaba al arte, de manera que yo, en medio de aquel facsímil del arte era sin duda una falsificación también, una copia, pero una falsificación o copia de qué, de quién. ¿Dónde se hallaba entonces mi verdadero yo? ” (pp. 221-222)
Maimónides
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (I)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947)



“EN QUÉ SENTIDO SE ATRIBUYE MOVIMIENTO A DIOS

   Dice el Talmud que EL TORA habla según el lenguaje del hombre, valiéndose de expresiones que todos puedan fácilmente comprender, para referirse a Dios. De aquí que se le describa por medio de atributos que implican corporeidad, porque la mayoría de la gente no concibe la existencia a menos de relacionarla con algún cuerpo. De igual manera atribuimos a Dios todo lo que se nos aparece con cierto estado de perfección, para indicar que El es perfecto desde cualquier punto de vista que se le considere. Y no se le atribuye nada que la multitud pueda considerar defectuoso o incompleto, y así, la Escritura no lo representa nunca comiendo, bebiendo, durmiendo, enfermo, o de otra parecida manera.
   Bien sabes que el movimiento es una de las características de los seres vivos, indispensable para su progreso hacia la perfección. Necesitan moverse para acercarse a lo que conviene a su naturaleza, y para escapar de lo que la ofende y contraría. Ciertamente no hay mayor diferencia en atribuir a Dios el movimiento o la necesidad de comer y beber; pero las expresiones e ideas corrientes estimarían lo segundo como una imperfección, y no el movimiento, a pesar de que éste es consecuencia de aquella necesidad. Además, es evidente que todo cuanto se mueve ha de ser corpóreo y divisible; se demostrará más adelante que Dios es incorpóreo y que en El no hay movimiento, y que no puede atribuírsele reposo, pues que el reposo sólo puede darse en lo que también se mueve.
   Fuera superfluo extenderse tan largamente en el esclarecimiento de esta materia, si el vulgo no estuviera acostumbrado a semejantes ideas; parécenos necesario hacerlo atendiendo al beneficio de los que anhelan adquirir la perfección, y con el propósito de liberarlos de ciertas nociones que crecieron con ellos desde los días de su infancia.” (Libro Primero. Cap. XXVI)

lunes, 6 de marzo de 2023

Juan José Millás / Juan Luis Arsuaga
LA MUERTE CONTADA POR UN SAPIENS A UN NEANDERTAL (I)
Barcelona, 2022, Alfaguara.

 

“Vemos un insecto palo gigante y un grupo de mariposas cuyas alas parecen hojas de rosal. Entonces me viene a la memoria un artículo sobre mimetismo que leí de joven en la Enciclopedia Espasa, donde se decía que algunos gusanos adoptaban la forma de un excremento de pájaro para evitar que esos mismos pájaros los devorasen. Me pregunté entonces, y me pregunto ahora, si vale la pena conservar la vida a cambio de parecer una mierda. Mantengo hacia el mimetismo una actitud ambivalente. De un lado, me fascina; de otro, me parece uno de los recursos más humillantes de la naturaleza. Hay otro bicho que cobra, para defenderse de sus depredadores, el aspecto de un cadáver recubierto de moho. Están a salvo, sí, pero a qué precio. «No te signifiques, hijo», decían las madres de mi época cuando nos veían salir de casa con la barba y la trenca. No significarse quería decir pasar inadvertido o ser tomado por una caca o por un cadáver en estado de descomposición. Lo importante era que no se fijaran en ti porque, una vez localizado, podías servir de alimento a especies más violentas que la tuya. Había en el servicio militar un sargento que aconsejaba lo mismo que las madres, aunque de un modo más plástico: «Los que estén gordos que adelgacen y los que estén delgados que engorden».
   No parezcas árabe, en fin, ni negro, ni chino, ni anarquista, ni siquiera socialdemócrata. No te signifiques. Mimetízate. Adelgaza si estás gordo y engorda si estás flaco. No has elegido el mejor momento para ser distinto, muchacho, qué pretendes. Procura no parecer ni sí ni no, ni carne ni pescado. Disimula las ideas, no disientas, no te signifiques, no destaques. Si a un insecto no le parece mal que lo confundan con una rama seca, por qué ese empeño tuyo en parecer alguien. Haz como que bajas las escaleras cuando las subes y como que las subes cuando las bajas. No levantes la voz, guarda las apariencias, adelgaza, engorda, ven, vete, sal, entra. Sobrevive, en fin, finge ser una caca, un palo, una corteza. Y en casa a las diez.” (pp. 143-144)


jueves, 2 de marzo de 2023

Juan José Millás / Juan Luis Arsuaga
LA VIDA CONTADA POR UN SAPIENS A UN NEANDERTAL
Barcelona, 2020, Alfaguara.



“—En los cadáveres solo hay anatomía, estructura. Los seguidores de Vesalio eran muy rompedores frente a los partidarios de Galeno. Los galenistas eran los viejos, los que detentaban el poder. Tenían muchas disputas en las universidades. Hay una anécdota según la cual, en una discusión entre un vesaliano y un galenista, el vesaliano dijo que Galeno se equivocaba en no recuerdo qué. ¿Cómo te atreves a desafiar a la autoridad?,  dice  el  galenista. Porque lo he comprobado en un cadáver, responde el vesaliano. Pues el muerto se equivoca, concluye el galenista.” (pp. 59-60)

“La evolución tiene una lógica interna, no permite cualquier posibilidad. No puede haber un conejo carnívoro. El conejo-gato no es posible. Tampoco puede haber un carnívoro con cuernos. Cuentan que un día se le apareció el diablo a Cuvier que es el padre de la paleontología, y le dijo: «Soy el demonio y te voy a comer». Cuvier lo miró de arriba abajo y le respondió: «Tienes cuernos y pezuñas, no puedes ser carnívoro». Y se dio la vuelta en la cama, porque estaba en la cama.” (p. 120)

“Aquel jueves de noviembre me desperté eufórico. El día, en cambio, amaneció torcido. Cayó desde primeras horas una lluvia sucia y levísima, como de harina gris, que difuminaba el contorno de las personas y de los edificios. Fui hasta la esquina a por el periódico y volví con la ropa empapada y el ánimo por los suelos. Me crucé con un par de autobuses que parecían trasladar cadáveres con los ojos abiertos. Luego fui a la oficina de Correos del barrio a enviar una carta certificada y la empleada que me atendió tenía los párpados hinchados, como si acabara de llorar. Ya que no podía administrarle un antidepresivo al jueves, me tomé yo una cucharada de un antitusígeno con codeína que guardo como oro en paño en la mesilla de noche. Aquel Madrid triste, me dije, no lograría contagiarme su aflicción. Los opiáceos legales están para lo que están.” (p. 139)


viernes, 24 de febrero de 2023

Rosa Montero
EL PELIGRO DE ESTAR CUERDA
Barcelona, 2022, Seix Barral.



“Y lo malo es que la inseguridad extrema te conduce al silencio: «El peor enemigo de la creatividad es dudar de una misma», decía Plath, que a veces sufría terribles ataques de autodesprecio: «Metida dos días bajo la mesa llorando: eres un montón de despojos, porquería de libro, etcétera», anota agónicamente en su diario. Y en su breve ensayo biográfico sobre Leonardo da Vinci, Freud explica que el genial pintor temblaba visiblemente cuando se ponía a pintar; que su exigencia y su perfeccionismo eran tan grandes que le conducían a una inseguridad casi aniquiladora, y que entre sus coetáneos ya era conocida «la incapacidad de Leonardo para terminar un cuadro». Por eso tiene tan poca obra. Cuánta fragilidad: vivimos sobre el lomo del viento.” (pp. 200-201)

“Estoy segura, en fin, de que en los suicidios desesperados, que son la mayoría, hay una predisposición psicológica y neurológica, una tendencia a la irrealidad y a los cortocircuitos neuronales que a veces es agravada de manera crítica por un cúmulo de circunstancias alienantes. Pero insisto en que la tormenta perfecta que te conduce a la muerte requiere tantas coincidencias que cualquier pequeña alteración puede salvarte. Cuenta Paul Morand en L’art de de mourir que un joven húngaro se arrojó al Danubio y rechazó todo intento de socorro, hasta que llegó un policía, sacó su pistola, le apuntó y exclamó: «Salga o disparo». Y el joven salió.” (pp. 284-285)

Elena Ferrante
LA AMIGA ESTUPENDA (III)
Barcelona, 2016, Lumen.




“—¿Sigues perdiendo el tiempo con esas cosas, Lenù? Estamos volando encima de una bola de fuego. La parte que se ha enfriado flota sobre la lava. En esa parte construimos los edificios, los puentes y las calles. De vez en cuando la lava sale del Vesubio o provoca un terremoto que lo destruye todo. Hay microbios por todas partes que nos hacen enfermar y morir. Hay guerras. Mires donde mires hay una miseria que nos vuelve malvados. A cada instante puede ocurrir algo capaz de hacerte sufrir tanto que nunca tendrás lágrimas suficientes para lamentarlo. ¿Y qué haces tú? ¿Un curso de teología en el que te esfuerzas por entender qué es el Espíritu Santo? Déjalo estar, fue el diablo quien se inventó el mundo, no el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¿Quieres ver la sarta de perlas que me ha regalado Stefano?” (p. 302 )

 


Elena Ferrante
LA AMIGA ESTUPENDA (II)
Barcelona, 2016, Lumen.



“Miraba a ese hombre y pensaba: él y su hijo no tienen un solo rasgo en común. Nino es alto, con un rostro delicado, la frente cubierta de negros cabellos, la boca siempre entreabierta, de labios incitantes; Donato, en cambio, es de estatura media, con unos rasgos marcados, entradas pronunciadas y la boca concentrada, casi sin labios. Nino mira siempre enfurruñado, sus ojos ven más allá de las cosas y las personas y parecen asustarse; Donato siempre tiene una mirada dispuesta a adorar la apariencia de las cosas o las personas y no hace más que sonreír. Nino tiene algo que lo reconcome por dentro, como Lila, se trata de un don y un sufrimiento, no están contentos, no se sueltan, temen lo que ocurre a su alrededor; este hombre, no, parece amar todas las manifestaciones de la vida, como si cada segundo vivido fuera de una limpidez absoluta.” (pp. 256-257)

sábado, 11 de febrero de 2023

Donella Meadows
PENSAR EN SISTEMAS (III)
Madrid, 2022, Capitán Swing.



“Por eso saltaron todas las alarmas de mi intuición sistémica cuando me explicaron el funcionamiento del nuevo sistema de comercio mundial. Es un sistema que se basa en reglas en reglas diseñadas por las corporaciones, dirigido por las corporaciones, que persiguen el beneficio de las corporaciones. Sus reglas no guardan prácticamente ninguna relación con los demás sectores de la sociedad. La mayoría de las reuniones que organizan se celebran a puerta cerrada y ni siquiera la prensa puede asistir (no hay ningún flujo de información, ningún bucle de retroalimentación). Las naciones se ven obligadas a adoptar bucles reforzadores que les obligan a participar en «una carrera hacia el abismo», a competir entre sí para debilitar los escudos que protegen al medio ambiente y la sociedad con el fin de atraer las inversiones de las corporaciones. Es una receta que permite dar rienda suelta a los bucles del «éxito que atrae al éxito», hasta generar una acumulación de poder desmesurada y unos sistemas de planificación tremendamente centralizados que se destruirán a sí mismos.” (p. 217)

Elena Ferrante
LA AMIGA ESTUPENDA (I)
Barcelona, 2016, Lumen.



“No siento nostalgia de nuestra niñez, está llena de violencia. Nos pasaba de todo, en casa y fuera, a diario, pero no recuerdo haber pensado nunca que la vida que nos había tocado en suerte fuese especialmente fea. La vida era así y punto; crecíamos con la obligación de complicársela a los demás antes de que nos la complicaran a nosotras. Sin duda, a mí me hubieran gustado los modales amables que predicaban la maestra y el párroco, pero sentía que esos modales no eran los adecuados para nuestro barrio, aunque fueras niña. Las mujeres peleaban entre ellas más que los hombres, se agarraban de los pelos, se hacían daño. Hacer daño era una enfermedad. De niña imaginaba que unos animales pequeñísimos, casi invisibles, venían de noche al barrio, salían de las charcas, de los vagones de los trenes abandonados más allá del terraplén, de las hierbas malolientes llamadas fétidas, de las ranas, de las salamandras, de las moscas, de las piedras, del polvo, y entraban en el agua, en la comida y el aire, para que nuestras madres y nuestras abuelas se volvieran rabiosas como perras sedientas. Estaban más contaminadas que los hombres, porque ellos se enfurecían por cualquier cosa pero al final se calmaban, mientras que ellas, en apariencia silenciosas y complacientes, cuando se enfadaban iban hasta el fondo de su rabia sin detenerse nunca.” (pp. 35-36)

Donella Meadows
PENSAR EN SISTEMAS (II)
Madrid, 2022, Capitán Swing.



“Los sistemas que se organizan de manera autónoma, los sistemas no lineales, sometidos a procesos de retroalimentación, son intrínsecamente imprevisibles. No se pueden controlar. Solo se pueden comprender de una manera general. Predecir el futuro acertadamente y prepararnos para lo que nos pueda deparar es un objetivo absolutamente irrealizable. Solo podemos conseguir que un sistema complejo se comporte exactamente cono nosotros queremos temporalmente, en el mejor de los casos. Nunca llegaremos a entender el mundo por completo, no de la manera que nuestra ciencia reduccionista nos ha hecho creer. Nuestra ciencia, desde la física cuántica a la teoría matemática del caos, nos lleva a una incertidumbre irreductible. Para lograr cualquier objetivo que no sea el más trivial, no podemos optimizar. No podemos tener todo en cuenta. No podemos encontrar una relación sostenible con la naturaleza, entre nosotros ni con las instituciones que creamos, si intentamos hacerlo desde el papel del conquistador omnisciente.” (p. 129)

Marino Pérez Álvarez
CIENCIA Y PSEUDOCIENCIA EN PSICOLOGÍA Y PSIQUIATRÍA (IV)
Madrid, 2021, Alianza Editorial.


 

“Muchos problemas que desafían el conocimiento del cerebro no son ellos neurocientíficos, sino conceptuales y filosóficos, a expensas de otras disciplinas que ciertamente no emanan del cerebro, ni son reductibles a la neurociencia como supuesta ciencia más básica. Que el espíritu de los tiempos tiene que ver con el hecho de que hoy en día se acepten mejor las explicaciones neurocientíficas que las psicológicas y sociales no se deduce del cerebro, ni tampoco de la psicología misma, sino de la comprensión de las épocas con su historia y condiciones económicas, educativas y políticas, entre ellas la política de financiación de la ciencia. El auge de la neurociencia, empezando por la década del cerebro, no es ajeno al auge del individualismo neoliberal (sin reducirse a él), una de cuyas características es la naturalización de los problemas de los individuos y en general de los asuntos humanos. A este respecto, el cerebro, así como la genética, son la última frontera donde buscar causas y soluciones de los problemas de los individuos, en vez de por ejemplo en las condiciones sociales y en las formas de vida.
   La pregunta del millón, ¿cómo el cerebro crea la autoconciencia?, es en realidad una pregunta mal planteada, amén de presuntuosa, porque ella misma presupone que es cosa del cerebro y sería hay entonces donde habría que mirar. Lo cierto es que el cerebro forma parte del cuerpo y el cuerpo está situado en el mundo. Esta obviedad es obviada por la neurobabble (de hecho, es uno de sus distintivos) cuando parece hablar de un cerebro sin cuerpo fuera del mundo, como si fuera un ente y agente por sí mismo («el cerebro piensa», «el cerebro decide», etc., son ejemplos típicos del lenguaje de la neuropalabrería). Es la persona, el individuo como un todo con su cerebro, quien piensa, no su cerebro” (pp. 228-229)
[Las cursivas pertenecen al texto.]

Donella Meadows
PENSAR EN SISTEMAS (I)
Madrid, 2022, Capitán Swing.



“La interacción entre lo que yo creo que sé de los sistemas dinámicos y mi experiencia del mundo real es una auténtica lección de humildad. Siempre me recuerda tres verdades:
  1. Todo lo que creemos que sabemos del mundo es un modelo. Toda palabra y todo lenguaje es un modelo. Todos los mapas y las estadísticas, los libros y las bases de datos, las ecuaciones y los programas informáticos son modelos. También lo son mis distintas representaciones mentales del mundo: mis modelos mentales. Ninguno de ellos es ni será nunca el mundo real.
  2. Nuestros modelos suelen ajustarse a la realidad con bastante precisión. Por eso nuestra especie se ha adaptado tan bien a la biosfera. Los modelos mentales que desarrollamos a partir de la experiencia directa, íntima, de la naturaleza, de las personas y de las organizaciones que nos rodean son especialmente complejos y sofisticados.
  3. Sin embargo, por otro lado, nuestros modelos no ofrecen ni por asomo una representación exhaustiva del mundo. Por eso cometemos errores y nos sorprendemos con tanta frecuencia. Mentalmente, solo somos capaces de controlar unas cuantas variables al mismo tiempo. Con frecuencia extraemos conclusiones ilógicas de hipótesis correctas o conclusiones lógicas de hipótesis incorrectas. A la mayoría de los seres humanos, por ejemplo, nos sorprende el volumen de crecimiento que puede generar un proceso exponencial. Pocos somos capaces de encontrar mecanismos que nos permitan reducir las oscilaciones en un sistema complejo.” (pp. 121-122)